La Ley 26/2007 de Responsabilidad Medioambiental, en lo relativo a la fabricación de piensos y premezclas para alimentación animal, establece que los fabricantes de piensos, cuyas instalaciones superen determinada capacidad de producción, deberán realizar un análisis de riesgos medioambiental, siguiendo el esquema establecido por la norma UNE 150.008 u otras normas equivalentes